Artículo 4. Clasificación de las Armas. Para los efectos de la presente Ley las armas se clasifican en: Armas de fuego, armas de acción por gases comprimidos, armas blancas, explosivas, armas químicas, armas biológicas, armas atómicas, misiles, trampas bélicas, armas experimentales, armas hechizas y/o artesanales. L as armas de fuego se dividen en: Bélicas o de uso exclusivo del ejército de Guatemala, de uso de las fuerzas de seguridad y orden público del estado, de uso y manejo individual, de uso civil, deportivas y de colección o de museo. Las armas de acción por gases comprimidos, se dividen en: de aire y de otros gases, las armas blancas se dividen en: bélicas o de uso exclusivo del Ejército de Guatemala, de uso civil o de trabajo y deportivas. Los explosivos se dividen en: de uso individual y bélico. Las armas automáticas se dividen en: de función de elementos pesados y función de elementos ligeros. Las trampas bélicas son de naturaleza estrictamente militar. Las trampas de caza
Cada vez es más común escuchar acerca de defensa personal; y a través de los años y desde que tengo memoria, los padres siempre han llevado a sus hijos a entrenar un arte marcial todos los días después del colegio. Sin embargo entre más crece la idea de defensa personal se minimiza la idea de defensa familiar . La defensa personal para los hijos se ha convertido en una costumbre e incluso tradición a tal punto que nadie ha cuestionado si está del todo bien. A lo largo de los años he escuchado razones por las cuales los padres llevan a sus hijos a entrenar, y en este artículo quiero mencionar las tres más comunes: "Quiero que aprenda a defenderse" : bullying es la razón principal por la que la mayoría de padres convierte a sus hijos en artistas marciales, sin importar si tienes niños o niñas, todos los padres quieren que sus hijos aprendan defensa personal para saber qué hacer en caso que agresiones actuales o futuras. "Quiero que se entretenga en algo"